6- UNA FILOSOFÍA DE VIDA. TODA UNA REVOLUCIÓN

¿QUÉ PASARÍA SI TODOS HICIERAN LO MISMO?


El naturismo propiamente dicho, no es el teórico. sino el que está encarnado y vivido en individuos y en familias. Estas personas tienen convicciones y desean mejorar su calidad de vida, y también en la mayoría de los casos, la de los demás. De alguna manera es como ir contra la corriente. En un mundo lleno de confusión, de vicios, de alimentos adulterados, de comida basura que se vende hasta en los mejores lugares, de medicamentos agresivos que a veces dañan más de lo que curan y donde lo comercial domina sobre lo ético, el naturista puede parecer un extravagante o un inadaptado. Si no bebe, no fuma, no come carne, fiambres ni alimentos conservados o artificiales atenta contra las fábricas multinacionales de estos productos masivos. Es una especie de revolucionario pacífico.
¿Qué pasaría si todos actuaran como él? En primer lugar, los médicos tendrían menos trabajo, se venderían menos medicamentos, el Estado gastaría menos presupuesto en hospitales y se fundirían las fábricas de los productos que él no consume. Alguien dirá: “se cerrarían muchas fuentes de trabajo”. El naturista respondería: “Todos tendrían más salud y podrían dedicarse a otros trabajos útiles y productivos”.
Si la gente aprendiera a comer y a cuidar su salud en general, podría achicarse en mucho el gran aparato burocrático del Estado llamado Ministerio de Salud.
Habría menos operaciones quirúrgicas y las personas llegarían a la vejez con todos sus órganos.
Por otra parte, el medio ambiente se vería menos afectado por la contaminación producida por las fábricas de alimentos manufacturados, entre otras.
Si las personas se mantienen sanas, disminuiría en mucho el ausentismo laboral, especialmente de los días lunes y también se reducirían las licencias por enfermedad, lo que redundaría en un aumento de los dividendos de las empresas. Esto podría servir para que empleados y obreros reclamen mejores sueldos.
La calidad de la producción y la creatividad mejoraría si empleados y obreros llevaran una vida armónica y sana según los preceptos del naturismo.
Si las verduras, granos, legumbres y frutas fuesen cultivados en forma orgánica, la tierra no perdería rendimiento, sus productos serían más sanos y los productores no verían devaluar sus campos.
Si todos fueran vegetarianos, se reduciría o eliminarían las epidemias y plagas que se producen por la multiplicación de microbios que tienen como base los residuos de origen animal.
Por suerte, la difusión de los principios naturistas prácticamente ya es universal. En el mundo ya son muchos millones los individuos que tienen esta tendencia ya sea por razones estéticas o de salud.
Si los gobiernos de los distintos países comprendieran que mejorando la calidad de vida de los habitantes ahorrarían muchos millones al Estado.
En relación a todo lo antedicho, sin lugar a dudas, el principal papel en el futuro lo ejercerá la educación. No solo la del hogar o de la escuela, sino también la de las universidades, las que además de educar y preparar docentes y profesionales, deberían aportar investigaciones.