UN CUENTO NATURISTA Ya hemos destacado que los naturistas de los primeros tiempos, y en gran medida hasta hoy, pusieron el énfasis en el buen funcionamiento del intestino y demás órganos emuntorios, como el sistema urinario y la piel. Con un sentido didáctico es oportuno reproducir un cuento que se popularizó entre los naturistas.
La narración comienza diciendo: “todos los órganos del cuerpo se reunieron para elegir a su rey. En dicha asamblea no dejaron que interviniera el intestino. Cada vez que éste lo intentaba los demás lo hacían callar con palabras soeces y despectivas. Todos los demás órganos se sentían muy superiores al intestino y le daban a éste apenas una importancia despreciable.
El intestino, ya sea que se ofendió o simplemente quiso dar una lección, se declaró en huelga. Al poco tiempo, todos los demás órganos no podían funcionar debidamente. Hasta el corazón y el cerebro que se creían los candidatos principales para llegar al trono empezaron a sentirse perdidos. Cuando la situación se volvió insoportable y después de una nueva asamblea, justamente fueron designados el corazón y el cerebro los delegados para ir a pedir humildemente al intestino que volviese a funcionar. El intestino les preguntó: ¿a cambio de que? Los demás órganos no tuvieron otra salida que ofrecerle el trono y en medio de una gran ceremonia el intestino fue coronado rey.”
Se desprende de lo anterior que los órganos comprendieron que estaban subordinados al intestino y que la mejor forma de lograr el buen funcionamiento de todo el organismo era trabajar en armonía, cada uno haciendo lo suyo sin subestimar a nadie.
La narración comienza diciendo: “todos los órganos del cuerpo se reunieron para elegir a su rey. En dicha asamblea no dejaron que interviniera el intestino. Cada vez que éste lo intentaba los demás lo hacían callar con palabras soeces y despectivas. Todos los demás órganos se sentían muy superiores al intestino y le daban a éste apenas una importancia despreciable.
El intestino, ya sea que se ofendió o simplemente quiso dar una lección, se declaró en huelga. Al poco tiempo, todos los demás órganos no podían funcionar debidamente. Hasta el corazón y el cerebro que se creían los candidatos principales para llegar al trono empezaron a sentirse perdidos. Cuando la situación se volvió insoportable y después de una nueva asamblea, justamente fueron designados el corazón y el cerebro los delegados para ir a pedir humildemente al intestino que volviese a funcionar. El intestino les preguntó: ¿a cambio de que? Los demás órganos no tuvieron otra salida que ofrecerle el trono y en medio de una gran ceremonia el intestino fue coronado rey.”
Se desprende de lo anterior que los órganos comprendieron que estaban subordinados al intestino y que la mejor forma de lograr el buen funcionamiento de todo el organismo era trabajar en armonía, cada uno haciendo lo suyo sin subestimar a nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario